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Entre las primeras la colaboración supone aunar esfuerzos para lograr un nivel de sostenibilidad conjunta más elevado (por ejemplo, el empleo masivo de energías renovables en zonas de alto potencial libera combustibles fósiles para ser usados en zonas donde no existan tales recursos, como puede ser el caso de Canarias frente a la Unión Europea)

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En cuanto a la colaboración entre los países más desarrollados y aquellos que no lo han conseguido la consecución de un imprescindible desarrollo sostenible planetario exige que los primeros impulsen, por todos los medios, el desarrollo de los pueblos menos favorecidos, en un marco de “colaboración mutua”, y no de “ayudas para los pobres”

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En otras palabras, la “cooperación para el desarrollo” es un asunto que compete a todos e interesa a todos, tanto ricos como pobres (o empobrecidos), desarrollados o subdesarrollados (o en vías de desarrollo, como suele denominarse en términos políticamente correctos).

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La cooperación con zonas remotas constituye un pilar básico de para conseguir un desarrollo sostenible integral y universal, partiendo de acciones de planificación concretas en una comunidad concreta. Ello es así porque cualquier comunidad, por aislada que aparente estar, forma parte de la comunidad universal, planetaria.

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De acuerdo con el análisis de la situación de este eje en el mundo y su evolución mas probable la solución de los problemas de la colaboración con zonas remotas  a largo plazo exige la aplicación de una serie de medidas, entre las que cabe señalar:

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• Confección de Planes de Desarrollo “conjuntos”, consensuados entre todas las partes, con especial énfasis en planes “concretos”, “visibles”, con resultados a corto, medio y largo plazo y donde los protagonistas principales sean los propios afectados. (Estos planes tenderán a superar el concepto “tradicional” de ayudas ante catástrofes, o los problemas de la pobreza y el subdesarrollo, mediante acciones caritativas que no ayudan a salir de la situación de partida puesto que no actúan contra las causas de los males sino contra sus consecuencias. Los planes permiten actuar “antes de” y no “después de” y se apoyan más en el concepto de “ingenieros sin fronteras” que en el de “médicos, o bomberos, sin fronteras”)

• En el marco de tales planes definir y ejecutar un conjunto de acciones de referencia, a pequeña escala, de rápida implantación y susceptibles de ser “imitadas” posteriormente.

• Impulsar la investigación y el desarrollo conjunto de tecnologías apropiadas para ser transferidas desde los países más desarrollados a los menos, lo cual no quiere decir que sea “atrasada”. Tal tecnología debe conducir a una calidad de vida homologable a la de los países más desarrollados y que no incite al abandono de las pequeñas comunidades ni empeore las condiciones de vida en las grandes aglomeraciones. Se trata, en suma, de una “tecnología avanzada” pero al mismo tiempo “apropiada”. (No se trata de sustituir la iluminación con velas por otra con una bombilla eléctrica accionada por una batería. Ambas suministran una luz mortecina durante un corto especio de tiempo por la noche que no permite mejorar la calidad de vida según parámetros de modernidad: trabajo nocturno, acceso a televisión o internet, etc.)

• Impulsar planes de formación y planes de intercambio entre estudiantes y profesionales de ambas partes para mejorar el conocimiento mutuo y lograr la asunción de valores comunes.

• Modificar los “vehículos de comunicación y de colaboración” actuales y tradicionales en el sentido de sustituir la palabra “ayuda” por la de “colaboración mutua”, la “donación dineraria” por la de “donación-colaboración en especies”, los “conductos oficiales” e incluso las “ONG´s espontáneas” por auténticas “sociedades internacionales de colaboración mutua”. (Del “voluntariado” y la “improvisación” ha de pasarse a auténticas acciones “planeadas”, tanto para casos de emergencia como para desarrollos a corto y medio plazo).

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Para la ejecución y supervisión de estos planes deben definirse unas estructuras profesionalizadas y al margen de los avatares políticos (Una especie de “Agencias internacionales para el desarrollo sostenible” de propósito específico)

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• Definir e impulsar unas políticas encaminadas a propiciar el retorno de emigrantes cualificados a sus países de origen en unas condiciones de vida y laborales completamente diferentes de las que dejaron atrás, de forma que estos se conviertan en los auténticos promotores y líderes de los cambios necesarios en pos de la consecución de un desarrollo sostenible local y universal.

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En definitiva la necesidad de que la humanidad alcance un desarrollo sostenible, que solo puede ser integral, descansa entre otros pilares en la máxima colaboración entre zonas remotas del planeta, entendiendo que un desarrollo sostenible global no es más que la suma de muchos desarrollos sostenibles a escalas locales. Estas acciones formarán parte de una nueva “cultura universal” asumida por todos y que de alguna manera ha de estar asociada al propio concepto de sostenibilidad universal.